Historias de éxito

Cuando Nicole estaba en la escuela secundaria, sus padres se convirtieron en franquiciados de McDonald’s y la pusieron a trabajar. Aprendió cómo un negocio local podía servir comida y ayudar a satisfacer las necesidades de una comunidad de muchas maneras.

"Obtuve una licenciatura y un máster, y durante diez años fui trabajadora social.  Pero siempre supe que volvería a McDonald’s. Y lo hice, trabajando para mi madre por la noche y haciendo mi trabajo de servicios sociales durante el día, hasta que me lancé en el 2003

En el 2005, me uní al Programa Nueva Generación (Next Generation Program), una oportunidad para que los franquiciados actuales que reúnen los requisitos ayuden a sus hijos a convertirse en propietarios de franquicias aprobadas.  Me convertí en franquiciada autorizada en el 2006, y adquirí mis dos primeros restaurantes en el aeropuerto de Los Ángeles en el 2007.

Me gusta ayudar a la gente y marcar la diferencia, y hay muchas formas de hacerlo, porque nuestro negocio gira en torno a las personas: las que trabajan con nosotros en nuestros restaurantes y nuestros clientes".

"Mi formación en servicios sociales me viene muy bien. Me dedico a orientar a la gente, a relacionarme con ella. Esas habilidades -tener empatía y saber escuchar- las utilizo todos los días.  Trabajar en la comunidad es una de las cosas más importantes que hacemos como franquiciados de McDonald’s. Y comunidad significa muchas cosas diferentes. Es la gente que viene al restaurante. Son las iglesias locales, las escuelas que apoyamos, las personas que empleamos". 

"McDonald’s me ha brindado la oportunidad de conectar con una parte mucho más amplia de la sociedad, así como las habilidades necesarias para influir en los demás de forma positiva.

Luego de dejar mi profesión en el sector de la construcción, sabía que quería estar en una posición en la que mis empleados pudieran contar conmigo. En un principio, McDonald’s me atrajo por la oportunidad de trabajar y servir a una muestra representativa de Estados Unidos y de formar parte de una marca por la que los empleados sienten pasión en trabajar cada día. Ahora estoy rodeado de un equipo de personas motivadas, que son una fuerza positiva para el cambio en la comunidad y en la organización".

"Durante toda la escuela secundaria y la universidad trabajé para un franquiciado de McDonald’s. Después de la universidad, tuve la suerte de tener la oportunidad de entrar en el Programa de Capacitación de Franquiciados y me convertí en franquiciado de McDonald’s en Orlando en 1989. He sido muy afortunado en mi vida y carrera con McDonald’s de muchas maneras. He podido ayudar a muchas personas a alcanzar sus metas y mejorar el futuro de sus familias.

Hoy mi familia es dueña de un total de diecinueve restaurantes, entre mi esposa, mi hijo y yo. Estoy muy agradecido de que McDonald’s fomente el Programa Nueva Generación, ya que ha sido clave para mí y para otros, a medida que hacemos la transición y vendemos nuestros negocios a nuestros hijos.

Aunque formamos parte de una gran corporación y sistema multinacional, somos un pequeño negocio familiar.